Actúa de manera ética ante la diversidad de situaciones que se presentan en la práctica profesional.
El tener contacto con diferentes estilos de docencia me ha permitido aprender y actuar de manera ética ante diferentes situaciones, sobre todo cuando es directamente con la docente titular del grupo.
En mi primer práctica durante el 4° semestre, todo parecía marchar bien con la docente titular del grupo, hasta que a mi regreso (segundo periodo de práctica) me encontré con la situación de que ella no iba a estar toda la primera semana, por lo cual le pidió a los padres de familia que no llevaran a sus hijos, teniendo conocimiento de que yo iba a ir a realizar mi práctica. El director se había comprometido a estar conmigo durante la práctica.
Al regreso de la titular surgieron varios percances de ella hacía mi, incluidas algunas faltas de respeto, sin embargo, lo único que yo deseaba era que la jornada terminara, se convirtió en una práctica terrible, no por los niños, sino por la actitud de educadora titular.
Al final de todo ese periodo aprendí muchas cosas respecto a la ética que se debe tener para desempeñar la docencia, y el respeto que se debe dar de practicante a titular y viceversa. Considero que el hecho de ser docentes en formación (de cualquier nivel educativo) no significa que seamos menos que los maestros titulares, claro que ellos tienen mucha más experiencia y dominio sobre situaciones que pueden surgir en el aula, sin embargo, para eso son las jornadas de práctica, para aprender de ellos y conocer los estilos de docencia que tienen diferentes maestros,para que de todo eso tomemos lo que suma de manera positiva a nuestra formación como docentes.
La ética es indispensable para desempeñar la tarea docente, ya que, de la ética se desprende gran parte del trabajo que se hace con los niños, y no porque lo escuchen todos los días, sino, que al ver a sus maestras y la manera en que se comportan, van a aprender a comportarse eticamente por medio del ejemplo que ven y no solo por las palabras que le mencionan pero sin tener un ejemplo. Dicen que el ejemplo pesa más que las palabras y en este aspecto, como docentes tenemos una gran responsabilidad en nuestras manos.